Atemporalidad elegante, esta es la frase que define a la primera fragancia elaborada por Carolina Herrera. La fragancia es acompañada por toque personal íntimo y recuerdos de la juventud de la gran diseñadora; esto se ve reflejado por la selección floral de los ingredientes. Su frasco sorprende con su diseño en forma de corona y su constante brillo dorado, lo que hace completa alusión de la exquisitez que contiene.